Centro de atención psicológica en Sant Andreu de la Barca
Se da cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración afectan a la vida diaria durante un período de tiempo largo.
La persona presenta un estado de ánimo más bajo de lo habitual, una tristeza intensa y larga, que no es fácil de consolar y que provoca un importante malestar. Esta situación afecta a poder funcionar con normalidad y actividades que se realizan de manera diaria.
Trastorno del estado de ánimo que puede provocar cambios de ánimo intensos y extremos, teniendo intervalos temporales que oscilan entre la depresión y la manía o hipomanía.
Estado anormal de gran excitación, afecto y nivel energético. Se observa un estado de alta activación, especialmente la relacionada con la expresión afectiva y la labilidad emocional.
Se caracteriza por variaciones del humor, en menor intensidad que el trastorno bipolar, pero en el que también se pasa de la euforia a la depresión, tristeza o melancolía.
Se concreta en un estado de preocupación y nerviosismo excesivos que se relaciona con varios acontecimientos o actividades.
La persona tiene crisis de pánico o angustia (períodos de ansiedad o miedo intensos, de inicio brusco, pueden ocasionar pensamientos o acciones irracionales) que se repiten, cuando no hay un peligro real.
La persona presenta miedo y ansiedad intensos por estar en lugares de donde valora que es difícil escapar o donde no se podría tener de ayuda de otras personas.
La persona tiene miedo a situaciones o cosas que le provocan ansiedad y esto hace que intente evitar el objeto fóbico.
Miedo persistente e irracional ante situaciones que puedan involucrar la valoración y/o evaluación por parte de otras personas, como en fiestas u otros eventos multitudinarios.
Afección mental que consiste en presentar pensamientos (obsesiones) y rituales (compulsiones) continuamente. Esta situación afecta al funcionamiento de su vida, pero por más que quiera, no puede detenerlos ni controlarlos.
Trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por un miedo intenso a aumentar de peso, rechazo a mantener un peso normal y una imagen del cuerpo distorsionada.
Trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por que la persona come una cantidad de comida mucho mayor de lo normal, todo al mismo tiempo, y se siente fuera de control durante estos atracones.
Trastorno de la conducta alimentaria que se concreta en episodios repetidos de ingesta excesiva de comida en un periodo corto de tiempo. Tienen una preocupación excesiva por el control del peso corporal, lo cual les puede llevar a utilizar métodos, poco saludables, para controlar el aumento de peso.
Trastorno crónico recurrente asociado con el consumo compulsivo de alcohol, la pérdida del control sobre la ingesta y la aparición de un estado emocional negativo cuando el alcohol ya no está disponible.
La adicción al tabaco es a causa de la nicotina (sustancia química del tabaco que hace difícil dejar de fumar) y se produce cuando esta se necesita y no se puede dejar de consumir. La nicotina produce efectos placenteros en el cerebro, pero estos efectos son temporales, lo que provoca el consumo de otro cigarrillo. Cuanto más se fuma, más nicotina necesita para sentirse bien y cuando se trata de dejarlo, se experimentan cambios mentales y físicos.
La marihuana es una droga con considerables propiedades psicoactivas. El cannabis tiene un efecto euforizante debido a su alto contenido de THC. Esto produce una sensación de bienestar y por ello resulta fácil habituarse al consumo. La dependencia psicológica y la afectación cognitiva son perceptibles.
Las personas que la consumen cocaína se sienten eufóricas, más veloces, eficaces y alegres durante el corto periodo de tiempo que dura el efecto de la droga, el cual oscila entre algunos minutos y una hora. Este tipo de adicción afecta directamente al cerebro aumentando los niveles de dopamina, provocando una rápida adicción.
La adicción a las benzodiacepinas normalmente aparece cuando la persona no sigue de manera correcta la pauta de medicación administrada por un médico para tratar la ansiedad o el insomnio, convirtiendo la solución de la situación (ansiedad o insomnio) en otro problema (adicción al fármaco), el cual tiene diversos efectos negativos para la salud.
Se caracteriza por un comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente que provoca malestar significativo. Se considera jugador patológico cuando la persona pierde importantes cantidades de dinero o se arruina, aunque no es el único problema detectable, ya que la persona, cegada por el juego, descuida otras realidades como las personales, familiares, sociales o laborales y afecta globalmente a su vida.
Es un trastorno del control de los impulsos, que se caracteriza por la presencia de conductas difíciles, agresivas o antisociales. Este tipo de conductas pueden ser defensivas, premeditadas o impulsivas y asociarse con lesiones físicas o verbales a uno mismo, a otros, a objetos o a violar los derechos de otras personas.
Trastorno de control de los impulsos emocionales o conductuales. La persona presenta incapacidad recurrente para resistir el impulso de robar objetos que, habitualmente, no necesitas ni son de gran valor, por lo que podría comprarlos.
Uso inadecuado y desmesurado (en relación al tiempo empleado en su uso) de internet, móviles, ordenadores, videojuegos. Provoca dificultades para gestionar su tiempo para realizar otras actividades necesarias y puede generar malestar y ansiedad en momentos o situaciones en que no pueden usarlos, generando dependencia de ellos.
El uso excesivo de las redes sociales ser un factor de estrés y derivar en otros problemas de salud: sedentarismo, ansiedad y depresión por querer ser/actuar como otros, etc. El problema no se concreta solo en el tiempo o intensidad de uso, sino en las consecuencias a nivel psicológico y de salud que producen.
Patrón de juego persistente y recurrente que provoca un deterioro y/o malestar significativo durante, mínimo, un año. Esta adicción no se define por el número de horas que se juega a los videojuegos al día o a la semana, sino por las consecuencias y repercusión que tiene en las distintas áreas de funcionamiento de la persona, especialmente en la autonomía, y la afectación en su calidad de vida. La dependencia a este tipo de juego se evidencia en la intensidad de las ganas que muestra por iniciar una partida y por la dificultad para darlas por terminadas.
Este tipo de adicción se produce cuando ir a comprar se convierte en una necesidad, dejando de ser una actividad lúdica o para solucionar una necesidad. Normalmente tiene que ver con la compra de moda u productos innecesarios, que no puede controlar, produciendo en la persona ansiedad, falta de control o culpa.
Trastorno del sueño que se concreta en que la persona, pese a tener un contexto idóneo para el descanso (horas de descanso, temperatura, silencio, confortable) tiene dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormida o para lograr un sueño reparador y de buena calidad.
Trastorno crónico que provoca períodos de extrema somnolencia diurna que incluyen episodios breves y súbitos (sin previo aviso) de sueño profundo, que se dan a cualquier hora y en cualquier lugar.
El acoso laboral o el acoso moral en el trabajo, es la situación en la que un trabajador o varios trabajadores llevan a cabo acciones de violencia psicológica de forma sistemática (mínimo una vez por semana) y durante más de 6 meses, sobre una persona en el lugar de trabajo. Esta situación puede provocar ansiedad y depresión en la persona afectada.
Es un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones o estímulos en el ámbito laboral o personal. Estado de defensa que, en pequeñas dosis, se considera adaptativo, ya que ayuda al organismo a reaccionar y adaptarse a los acontecimientos, pero que cuando es excesivo o no se controla adecuadamente, provoca desgaste mental, irritabilidad y ansiedad o trastornos psicosomáticos.
Proceso en el que se acompaña y guía a una persona en la búsqueda de una profesión idónea para ella. Se pretende que sus intereses, habilidades y personalidad, es decir, su perfil, vaya en consonancia con el puesto para el que presente aptitudes. También se conoce como orientación vocacional o laboral.
Es la capacidad de participar activamente en grupo para el logro de una meta común, priorizando los objetivos del equipo ante los intereses propios. En ocasiones, la dificultad en esta capacidad, se combina con la dificultad para establecer relaciones sociales y/o comunicarse.
Capacidad de organizar y/o administrar el tiempo disponible para llevar a cabo la totalidad de acciones, actividades, deberes y/o obligaciones de manera exitosa y así aumentar la eficacia y la productividad personal. Supone saber planear y planificar, además de tener control sobre el tiempo que requiere la ejecución de cada una de las acciones a llevar a cabo.
Los problemas con las relaciones sociales comprenden desde la timidez, la falta de habilidades y competencias para encontrar amigos y/o establecer buena relación con compañeros, dificultad en el desempeño de ciertas funciones a nivel laboral que requieran de la relación con otras personas, hablar ante un público, gestión de equipos, etc.
Capacidad de ser conscientes de las emociones que sentimos, aceptarlas y regularlas, adaptándonos al contexto en el que nos encontremos, teniendo en cuenta el lugar y las personas.
Forma de relación en la que una persona se siente incapaz de funcionar sin la presencia y el apoyo de otra persona. La persona dependiente busca constantemente la aprobación y el reconocimiento de la otra persona, lo que le lleva a sentirse insegura e inferior y le incapacita para ser autónoma e independiente en la toma de decisiones.
Valoración positiva o negativa que la persona realiza de su autoconcepto (lo que piensa sobre sí mismo/a). Esta valoración, se acompaña de sentimientos de valía personal y autoaceptación.
Proceso de refuerzo y fortalecimiento de capacidades personales, confianza, percepción, valoración y toma de decisiones, para impulsar cambios positivos en su vida.
Un trauma es la respuesta que se produce cuando una persona vive un suceso o evento inesperado, muy estresante y que le ha supuesto un problema en tanto que genera emociones muy intensas que la persona no es capaz de asimilar o controlar. Puede darse en cualquier momento vital y el hecho de que una situación de este tipo se convierta en un trauma depende de las capacidades de afrontamiento de la persona, por eso los originados en la infancia son de gran importancia, ya que influyen a la estructura de su personalidad y a su bienestar psicológico.
El apego es el vínculo afectivo que establece una persona, desde la infancia con su cuidador principal (normalmente los padres). Este vínculo al niño para proporcionarle seguridad en su desarrollo psicológico y relacional, de modo que el desarrollo de su personalidad sea sano. La influencia del apego es determinante en el tipo de vínculos afectivos que desarrollamos en nuestra juventud y adultez, incluyendo el vínculo de pareja.
Proceso psicológico al que nos enfrentamos tras las pérdidas: muertes, rupturas de pareja, cambios de domicilio, cambios de estatus profesional, procesos de enfermedad o de merma funcional, etc. La intensidad y las características de éste proceso puede variar en función del grado de vinculación emocional con el objeto, de la propia naturaleza de la pérdida y de la forma de ser y la historia previa de cada persona.
Respuesta psicológica no adaptada ante una o varias situaciones estresantes que derivan en malestar y síntomas emocionales e incluso físicos. Se trata de una dificultad de adaptación a una situación o cambio vital importante, que conlleva un malestar muy superior al esperable y supone un deterioro en la actividad social, laboral o académica.
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